El Consejo de Ministros ha aprobado la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley Orgánica de Protección de Datos. ¿Será suficiente este impulso para traspasar la frontera del 25 de mayo con un marco regulatorio más claro y coherente?
Desde que el 25 de mayo de 2016 entró en vigor el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento General de Protección de Datos) comenzó la cuenta atrás para la adaptación de nuestra norma interna, la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal, a las novedades establecidas por la regulación europea. No se trata de una transposición y por tanto el objetivo no es reproducir el contenido de los artículos del RGPD, sino aclarar aquellos aspectos que pudiesen resultar confusos aprovechando el margen que ofrece la norma europea a los Estados miembros en algunos aspectos.
El proceso ha sido lento y se han planteado serias dudas sobre si la Ley estaría publicada en el momento en que fuese de aplicación el RGPD, a partir del próximo 25 de mayo. El marco normativo es el establecido en el RGPD, las obligaciones son las que son con o sin «nueva LOPD», sin embargo, hay aspectos que tienen una trascendencia práctica importante para algunos sectores, como si será válido o no el consentimiento de un menor que tenga 13 años, o las condiciones en que serán lícitos determinados tratamientos de datos como aquellos con fines de videovigilancia, sistemas de información crediticia o de denuncias internas, que sería bueno tener claros para no tener que hacer apuestas arriesgadas en la implantación previa al 25 de mayo o evitar adaptaciones posteriores que se podrían haber evitado.
Nos queda preguntarnos si los grupos parlamentarios harán un ejercicio de responsabilidad para ajustarse a los plazos del RGPD o se tomarán un tiempo similar al agotado hasta ahora amparándose en la complejidad de la norma.
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