Cada vez estamos más implicados en el uso de las tecnologías de la información, y cada vez se producen hechos (intrusiones en los sistemas de información y/o las comunicaciones, robos, alteraciones o fugas de la información, suplantaciones de identidad) que requieren que sean investigados por expertos independientes en estos temas, que puedan dictaminar lo que ha pasado y por qué.

Cuando se sospeche que puede haber ocurrido o están ocurriendo estos hechos se debe contactar lo antes posible con un experto antes de que se puedan destruir las evidencias, y desde luego no se debe cambiar el estado de los sistemas (encender equipos, buscar ficheros o textos, etc.) ya que estas operaciones pueden destruir los vestigios existentes o dificultar el encontrarlos.

El resultado de esta investigación es un Informe Pericial o un Dictamen que puede haber sido pedido por un Juzgado o por cualquier entidad o persona física para dejar una constancia escrita de su opinión como experto.

Los elementos utilizados para la investigación en un informe pericial forense deben ser, en la medida de lo posible, preservados mediante los procedimientos adecuados (copias anteriores a la actuación, fotografías, etc.) de forma que posteriormente otro experto pueda emitir un informe pericial que confirme o desmienta las conclusiones obtenidas.

El Perito cuando actúa ante los órganos de la Administración (Juzgado, Policía, Ayuntamientos, etc.) tiene la responsabilidad determinada en la Ley de Enjuiciamiento Civil.